Alain Perdomo, Sandra Treusdell, Ana María Estrada, Darys Estrella, Claudia Pichardo, Héctor Alies Rivas
El pasado miércoles 7 de mayo, La Bolsa de Valores de la República Dominicana (BVRD) participó en el conversatorio “Regulación del Mercado de Valores”, celebrado en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM); donde asistieron aproximadamente 150 estudiantes y profesionales en la materia.
Este evento fue realizado en el marco del Dominican Week 2025, organizado por la Dominican Bar Association (DBA), la Escuela de Derecho de la PUCMM, junto al Comité de Estudiantes de Derecho, y participaron representantes de la Bolsa de Valores y la Superintendencia del Mercado de Valores de la República Dominicana, además de expertos en el sector financiero. Esta iniciativa buscó generar un diálogo académico y profesional sobre los retos y oportunidades en torno a los modelos regulatorios del mercado de capitales.
La BVRD estuvo representada por la Directora de Legal y Cumplimiento, Ana María Estrada, quien compartió la visión institucional sobre la autorregulación como un pilar clave para garantizar la integridad y el desarrollo eficiente del mercado.
Durante su intervención, Ana María señaló que: “La autorregulación, cuando se ejerce con responsabilidad y visión estratégica, no solo garantiza el cumplimiento de las normas, sino que también impulsa el crecimiento sostenible del mercado. Un entorno ordenado y predecible favorece la liquidez, profundiza las oportunidades de inversión y fortalece la confianza de los inversionistas”.
Explicó cómo la BVRD, tiene un rol central en el desarrollo del mercado porque administra dos procesos clave: Los mecanismos centralizados de negociación, donde se forma el precio de los valores y el proceso de listado, que permite a las empresas financiarse a través del mercado de capitales.
Al gestionar estos procesos, la Bolsa se convierte en un punto de encuentro entre emisores, inversionistas e intermediarios. Esto la obliga a estar en contacto constante con los participantes, escuchar sus necesidades y diseñar normas y procesos que impulsen la liquidez, profundidad y transparencia del mercado.
Desde la autorregulación, esto se traduce en reglas claras, mecanismos de supervisión ágiles y sanciones efectivas, todo dentro de un marco legal que permita actuar con autonomía, pero en armonía con el marco regulatorio que establece la Superintendencia del Mercado de Valores.
Cuando las Bolsas cumplen con este rol de forma eficiente, se convierten en una verdadera palanca de crecimiento económico, porque facilita la canalización del ahorro hacia la inversión productiva y, a la vez, fortalecen la confianza del inversionista. Por eso es clave que la normativa permita ejercer la autorregulación de manera proactiva, moderna y responsable. Solo así podremos tener un mercado de capitales robusto y sostenible en el tiempo.
“La BVRD como agente autorregulador, ejerce tres facultades fundamentales: normativa, supervisora y disciplinaria, las cuales aplican sobre los intermediarios afiliados, siempre con el objetivo de asegurar una formación de precios eficiente y fomentar las mejores prácticas del mercado.”
El panel estuvo moderado por Alain Perdomo, estudiante del Doctorado en Ciencias y Leyes en la Universidad de Michigan Law School, contó con la participación de expertas del sector financiero y legal: Darys Estrella, consultora y conferencista; Sandra Treusdell, directora de Sales & Trading Legal de MUFG Securities Americas Inc.; y Claudia Pichardo, directora de Regulación e Innovación de la SIMV.
Desde la autorregulación, la BVRD apuesta por un mercado de capitales más robusto, innovador y preparado para responder a los desafíos del crecimiento del país.
Dentro de las grandes oportunidades que representa la Autorregulación esta que permite una respuesta más ágil a las dinámicas del mercado, complementa de forma natural la labor del regulador, ya que la información que se genera enriquece el trabajo del regulador y fortalece el sistema, al mismo tiempo impulsa una cultura de mejores prácticas al exigir a los participantes estándares más altos, el mercado en su conjunto se eleva, gana reputación y genera más confianza.